Terminan las fiestas y las vacaciones y es hora de volver a la normalidad. Para un culturista, eso incluye retomar la dieta tras las navidades. En Todo Culturismo te damos algunos consejos para que comiences esta nueva etapa con éxito.
La Navidad es una época de excesos. Las comidas y cenas con la familia y los amigos son una tentación difícil de resistir. Por eso, algunas personas deciden olvidarse de la dieta durante estas fechas para retomarla más adelante.
Sin embargo, esta no es una buena decisión. Si has estado comiendo sin control, te va a resultar muy costoso volver a la dieta y es fácil que fracases en tu intento. En Todo Culturismo queremos ayudarte y para ello hemos preparado estos consejos.
1. Replantéate tu dieta
Si estas navidades has echado por la borda todos tus esfuerzos anteriores es muy posible que tu anterior dieta estuviera mal planteada. Si era demasiado restrictiva, lo único que habrás conseguido con ella es aumentar tu ansia de comer alimentos que no te convienen. Piensa que una dieta no es un castigo, sino una ayuda y que, aunque tengas que hacer un esfuerzo, tiene que estar planteada de tal modo que puedas lograrlo. Aprovecha los excesos navideños para pensar en ello y cambiar tu estrategia.
2. Diseña una dieta realista
Un fallo muy común en el planteamiento de las dietas es diseñarlas basándose en lo ideal, no en la realidad. Imagínate que basas tu dieta en comer cada tres horas. Sí, eso está muy bien, pero ¿realmente tu ritmo de vida te permite hacerlo? ¿Podrás sacar el tupper en mitad de clase, o de una reunión de trabajo, o mientras conduces? Piensa en tu vida y sé realista. Diseña la dieta basándote en tu vida, en tus objetivos y en tu tiempo y no en lo que sería lo ideal.
3. Reparte los nutrientes
El reparto de nutrientes es fundamental para el éxito de una dieta. Reparte los carbohidratos, las proteínas y las grasas saludables a lo largo de todas las comidas. Puedes variar la cantidad de cada uno, pero una comida realmente completa y nutritiva es la que contiene todos los nutrientes. Divídelos a lo largo de todas las comidas según tus intereses y objetivos y verás cómo el cambio te sorprende.
4. Empieza lento, pero seguro
Es mejor que comiences a introducir cambios poco a poco a que quieras hacerlo todo el primer día y abandones al segundo. Comienza estructurando tus comidas, tomando un buen desayuno y planificando los tentempiés. Cuando estés cómodo con ello, introduce un cambio más ajustando, por ejemplo, la ingesta de proteínas y carbohidratos de la cena. Si haces cambios poco a poco lograrás acostumbrarte a ellos con facilidad y te costará mucho menos esfuerzo mantenerlos.
5. Controla tus progresos
La clave para saber si una dieta es o no efectiva es medir sus resultados. Si lo que quieres es aumentar masa muscular, entonces tu peso habrá aumentando a la vez que desciende o se mantiene tu porcentaje de peso graso. Si lo que quieres es perder grasa manteniendo músculo, tu peso deberá mantenerse o bajar. Pésate una vez a la semana o cada quince días para controlar tus progresos y ajustar tu dieta.
6. Sé constante
La constancia es, quizá, el ingrediente más importante para poder realizar una dieta con éxito. Mantenerla día a día es la garantía de que lograremos nuestros objetivos. No sirve de nada hacer dieta un día y abandonarla al siguiente. Es preferible que progresivamente introduzcas cambios en tu alimentación. Si eres constante, tendrás tu recompensa mucho antes de lo que imaginas y eso te ayudará a mantenerte firme en tus propósitos.
7. Pide consejo profesional
Si no tienes ni idea de hacer dietas ni de lo que debes comer para lograr lo que quieres, lo mejor es acudir a un nutricionista. Él mejor que nadie sabe lo que necesitas para alcanzar tus objetivos. Hay precios que se ajustan a todos los bolsillos y en un par de meses o tres estarás listo. Igual que cuando se te estropea el coche lo llevas al taller, o cuando se rompe una tubería llamas a un fontanero, acudir a un profesional te puede ahorrar tiempo, esfuerzo y disgustos.
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