Hay muchos mitos e ideas falsas sobre el entrenamiento con pesas para mujeres que están muy arraigados dentro y fuera del gimnasio. Pero lo cierto es que el entrenamiento con pesas es muy beneficioso para las mujeres. Desmontamos los mitos del entrenamiento con pesas para mujeres para que empieces a entrenar sin miedo.
Muchas mujeres no quieren acercarse a una sala de musculación porque tienen muchos prejuicios. Creen que se pondrán musculosas enseguida si hacen pesas, que su pecho puede aumentar peligrosamente de tamaño, que sólo deben mover pesos ligeros… Te presentamos y derribamos los 5 mitos más frecuentes del entrenamiento con pesas para mujeres.
Mito nº 1 del entrenamiento con pesas para mujeres: si entreno con pesas me voy a poner musculosa
La testosterona es una de las principales hormonas responsables del aumento de masa muscular y las mujeres, de forma natural, no la producen en las mismas cantidades que un hombre. Por eso es imposible que una mujer, sin ayuda de ningún fármaco, desarrolle tanta masa muscular como un hombre aunque entrene tanto y tan duro como él.
Para conseguir el físico de una mujer culturista no sólo es necesario llevar un entrenamiento riguroso y una dieta específica, sino también hacer uso de sustancias prohibidas que generen en su cuerpo las cantidades de hormonas masculinas que tiene un hombre.
Así que podéis estar tranquilas: por mucho que entrenéis, vuestras hormonas no os permitirán ganar tanto músculo y tan rápido como a un hombre. Lo que conseguiréis será un cuerpo firme y libre de celulitis.
Mito nº 2 del entrenamiento con pesas para mujeres: el entrenamiento con pesas agranda el tamaño de los senos
Los pechos de la mujer están compuestos, en su mayor parte, de grasa. Por eso es imposible aumentar el tamaño de los senos con el entrenamiento con pesas, precisamente porque el entrenamiento con pesas ayuda a reducir la grasa corporal. En todo caso, cuando reduzcas tu porcentaje de grasa corporal con el entrenamiento, el tamaño de tus senos disminuirá.
Lo que sí sucede es que la espalda aumenta de tamaño con el entrenamiento, por lo que tu talla de sujetador aumentará. Pero no porque tu tamaño de copa sea mayor, sino porque tendrás más contorno de espalda.
La única forma de aumentar el tamaño de los senos es ganando grasa o en el quirófano con implantes de mama, no con el entrenamiento con pesas.
Mito nº 3 del entrenamiento con pesas para mujeres: si hago pesas puedo comer todo lo que quiera
Mantener, ganar o perder peso responde a una ecuación muy sencilla. Si ingerimos más calorías de las que gastamos, engordaremos. Si consumimos menos de las que gastamos, perderemos peso y si consumimos las mismas que gastamos, nos mantendremos en el peso. No hay más.
Por mucho ejercicio que hagamos, si consumimos más calorías de las que necesitamos cogeremos peso. Es nuestro metabolismo el que determina cuántas calorías necesitamos al día, según nuestro metabolismo basal (la cantidad de calorías que consumimos en reposo) y nuestro índice de actividad (lo mucho o poco que nos movemos a lo largo del día).
Así que ir al gimnasio para poder darse atracones de comida no es una buena idea. Lo mejor es ser constante y alimentarse siempre de forma saludable.
Mito nº 4 del entrenamiento con pesas para mujeres: las mujeres sólo pueden entrenar con pesos muy ligeros
Entrenar con pesos muy ligeros no tiene ningún sentido. Para activar el metabolismo y tonificar los músculos es necesario someterlos a un estímulo intenso. Si ese estímulo es demasiado suave, tus músculos no tendrán motivo alguno para cambiar, y se quedarán igual de fofos y fláccidos que siempre.
Las mancuernas rosas sólo son un producto de marketing y un objeto decorativo. Si quieres que tu cuerpo cambie, tendrás que empezar a entrenar en serio. Sal de tu zona de comodidad, aplícate en ejercicios que te cuesten esfuerzo, empléate a fondo en la sala de musculación y pronto verás los resultados.
Los cuerpos de las modelos fitness no se consiguen con mancuernas rosas, sino con esfuerzo, constancia y dedicación.
Mito nº 5 del entrenamiento con pesas para mujeres: si dejo de entrenar, los músculos se convertirán en grasa
Creer que si dejas de entrenar el músculo se convertirá en grasa es lo mismo que creer que el agua se puede convertir en leche. La grasa y el músculo son tejidos completamente distintos y uno no se puede convertir en otro, igual que un hueso no se puede convertir en un tendón.
Lo que sucede muchas veces es que las personas que dejan de entrenar abandonan también los hábitos saludables que han adquirido. Comienzan a comer mucho y mal, se hinchan a comida basura, se mueven poco, y eso ocasiona que pierdan parte de la masa muscular que consiguieron y que ganen grasa.
La verdad es que si dejas de entrenar y consumes más calorías de las que gastas, engordarás. Lo mismo que sucede cuando estás entrenando.
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